El Eibar no pudo frenar a un Barcelona intratable y sobrado de pegada
Los culés ganaron por 0-4 con doblete de Messi y goles de Munir y Suárez
Jugar contra un equipo con la calidad individual y colectiva del FC Barceleon tiene el riesgo de poder sufrir una derrota incluso a pesar de jugar un buen partido y pelear hasta la extenuación. Algo de esto fue lo que lo que le ocurrió al Eibar en Ipurua, donde cayó derrotado por 0-4 ante un FC Barcelona implacable.
Los catalanes, además, contaron con el factor positivo añadido de marcar pronto en una acción que nació de las botas de Messi que asistió a Luis Suárez para que éste lanzara un pase paralelo a Munir que marcó en el segundo palo. Era el minuto 7.
Tras el tanto, el Eibar intentó recomponerse y llegó una fase de mayor dominio local aunque era complicado superar el eficaz sistema defensivo del Barcelona.
Sin embargo, el Eibar dispuso de tres ocasiones en las que pudo lograr el empate. En el minuto 11, a Ramis se le escapó alto por poco un cabezazo a pase de Radosevic desde la izquierda; en el 32, Escalante recibió en buena posición un pase de Juncà pero su disparo le salió demasiado cruzado; y en el 39 un disparo de Capa casi se convierte en autogol del Barça pero el balón se marchó fuera por poco.
Sin embargo, fue el Barça el que volvió a marcar antes del descanso. Era el minuto 41 y una buena conducción de Messi culminó con un certero disparo raso y cruzado de la estrella argentina.
El 0-2 complicó sobremanera la misión del Eibar que corrió, peleó, puso todas las ganas y se vació pero se topó con una máquina de hacer fútbol desde la defensa hasta el ataque cuyo engranaje funcionó a la perfección para gestionar su ventaja.
Un protestado penalti por mano de Ramis ejecutado por Messi en el minuto 75 y un tanto de Luis Suárez tras una buena acción individual en el 84 completaron una goleada excesiva para los merecimientos del Eibar.
Tocan ahora dos jornadas vitales para el equipo de Mendilibar, con las visitas consecutivas a Vallecas y Getafe en las que el Eibar tiene la oportunidad de asegurarse la permanencia o al menos acercarse a ella de forma casi definitiva.
